martes, 18 de noviembre de 2008

Las malditas horas

Esto lo tomé de un suplemento que no se si aun se publica en un periodico local. Se incluía en una sección de dicho suplemento llamada Cabaret Pop y era firmado por Roberto Castañeda. Me gustó, y pues lo comparto con ustedes. Espero les guste.
Es la hora en que los bares están llenos, cuando los gritos se apagan en los calabozos de tortura. Es la hora en que una bailarina de table dance se deja acariciar por la lujuria, cuando la lengua del dinero humedece los deseos. Es la hora en que los locos miran al suelo, los ciegos inventan paisajes etéreos, los adolescentes arden en su propio fuego. Es la hora en que los amantes juegan a engañarse un poco, a olvidarse de sus mutuos odios.

Es la hora en que los suicidas están mas vivos, cuando los gatos te miran sin recelo y los perros sueñan con tus huesos. Es la hora en que siempre sientes un escalofrío mientras miras un retrato de tu infancia. Es la hora en que duelen las derrotas, en que bebes para exorcizar las ausencias, para no llorar como un niño. Es la hora en que los ladrones observan desde la oscuridad hacia las ventanas. Es la hora en que el diablo compra almas.

Es la hora en que la carne es cara y las mujeres bailan semidesnudas en la penumbra agria de la rutina. Es la hora de los tragos, de las minifaldas, de las caderas anchas, de una mirada borracha, de un boca roja de carmín, de perfumes baratos, de cielos altos, de nubes en tu memoria, de poemas que nadie dice, de canciones que todos bailan. Es la hora en que los autos chocan en los cruceros y un cuerpo queda tendido en el asfalto.

Es la hora en que los policías tienen los ojos enrojecidos, los travestis te quitan el reloj y ciertas mujeres quieren tu corazón. Es la hora en que el tiempo sabe a ron y los antros sirven bebidas adulteradas y los meseros venden drogas y los jóvenes vuelan con alas de repuesto. Es la hora en que un cuerpo de mujer te salva de ti mismo y te descongela el alma y te sientes un poco más vivo, aunque en realidad tu cuerpo huela a olvido.

Es la hora en que estás solo y te ahogas en recuerdos, cuando tu cama es ancha, cuando no encuentras consuelo en los libros y cada canción te recuerda que la tristeza es un escarabajo que habita contigo. Es la hora en que las cucarachas tienen fiesta en la cocina. Es la terrible hora en que el espejo te devuelve miradas de hastío. Es la jodida hora en que de nada sirven las mentiras. Es la gris hora en que los ángeles de neón sobrevuelan la ciudad y un tipo se lanza desde su balcón.

Es la hora en que los políticos, los asesinos, los banqueros, los hipócritas, los hombres vacíos, los judiciales, los prófugos de la justicia, los cobradores de impuestos, duermen tranquilos. Es la hora en que nos han robado el sueño. Es la hora en que tomas la guitarra y cantas tus propias canciones que siempre hablan de lo mismo: del tiempo perdido, de las horas muertas, de mujeres de ojos grandes que te han dejado un gran vacío, de borracheras sin sentido. Es la hora en que tu guitarra tampoco quiere estar contigo.

Es la hora en que una balada es un asunto de cursis, en que la ternura es cosa de tontos. Es la hora en que el blues siempre te empuja a huir de tus miedos, a sentirte por siempre estúpido. Es la hora en que todos piden tequila y tu solo quieres dejar la bebida. Es la hora en que nadie sabe que el tiempo es nuestro peor enemigo. Es la maldita hora en que todos enloquecemos un poco más mientras el mundo gira sobre un eje podrido

viernes, 7 de noviembre de 2008

Bodas negras (Carlos Borges)

Hola mis escasos lectores, les dejo en esta ocasión un poema de Carlos Borges que, en lo personal, me agrada mucho. Que lo disfruten.
BODAS NEGRAS

Oye la historia que contóme un día
el viejo enterrador de la comarca:
-Era una amante al que por suerte impía
su dulce bien la arrebató la parca.

Todas las noches iba al cementerio
a visitar la tumba de la hermosa;
la gente murmuraba con misterio:
"Es un muerto escapado de la fosa".

En una noche horrenda hizo pedazos
el mármol de la tumba abandonada,
cavó la tierra y se llevó en sus brazos
el rígido esqueleto de su amada.

Y allá en su triste habitación sombría,
de un cirio fúnebre a la llama incierta
sentó a su lado la osamenta fría,
y celebró sus bodas con la muerta.

La horrible boca la cubrió de besos,
el yerto cráneo coronó con flores,
ató con cintas sus desnudos huesos,
y le contó sonriendo sus amores.

Llevó la novia al tálamo mullido,
se acostó junto a ella enamorado,
y para siempre se quedó dormido
al esqueleto rígido abrazado.

jueves, 30 de octubre de 2008

Monólogo de Libertad

ACTO UNICO.- Hoy he ganado la libertad, porque he vencido a la muerte y la he convertido en mi amante. Pero también con ello he matado al amor. A Dios ya no le debo nada y por eso estamos en paz, porque este juego que es la vida lo he perdido muchas veces, aunque he jugado lo mejor que pude con las pocas armas que me dio, pero hoy he ganado, porque he vencido a mi propia muerte y he ganado la libertad. Soy un guerrero dispuesto a librar mas batallas, ganar centímetro a centímetro el derecho a llamarme hombre.

Para muchos soy un fracaso; para otros, un borracho, algunos más dicen que soy homosexual, y no ha faltado quien asegure que tengo 3 mujeres a la vez. Para otros soy un descerebrado e idiota; algunos más aseguran conocer más de mi propia vida que yo que la he vivido. Es más algunos dicen que soy un fraude y que no he vivido lo que he vivido. Que no he hecho lo que he hecho y hablan de mi como si fueran dioses que todo lo saben. No soy nada, y de mi no se puede esperar nada, porque, qué se puede decir de un tipo cuyo único y mejor amigo es un niño de seis años llamado Luisma.

No soy licenciado, ni comunicólogo, ni periodista y tampoco escritor, mucho menos un intelectual (Belcebú me libre de ese castigo). Eso ya no me importa, porque hasta hoy sólo fui un patético niño asustado tratando de jugar a ser hombre; pero hoy he ganado el derecho a pronunciar mi nombre en voz alta. Soy un ser humano. Un hombre. Y aún así no soy nada, solo yo y mi nombre (SE CIERRA EL TELÓN)

Comienzo De La Noche (Juan Maya Avila)

Tras las montañas el mediosol derrama sangre en las nubes. Los grillos cantan, el viento sopla tibio y calmado, la tarde está terminando:

Presbítero: ¿Por qué tan profundo?
Enterrador: Así ha sido siempre, tal ves para que no intenten salirse…me imagino que al principio ha de ser extraño estar allá abajo y en completa oscuridad
P: Hace frío, ¿no podríamos esperar un poco hasta mañana?
E: Si por mí fuera, estaría tomando un café y meciéndome en mi silla, pero esto urge.
P: Yo no veo la urgencia, lo mismo da hoy que mañana.
E: Pues yo sí la veo…y la huelo, ya estás casi verde, te trajeron ya muy descompuesto, mira nomás cuanta mosca has traído.
P: Es que no me había dado cuenta, caminé durante horas por la vereda, ligero…
E: Te encontraron a lado del camino real, entre la hierba.
P: Me quedé dormido, iba camino a San Sebastián.
E: Se me hace que la nevada te alcanzó.
P: Pues yo creo que si, por eso tengo tanto frío.
E (suspirando de alivio): Ya terminé. Métete.
P: ¿Tan rápido?
E: Sí, pero no te preocupes…así es esto, algunas veces te toca arriba y otras…abajo.
P: Lo malo es que yo ya no salgo de esta. Dame un cachito de tiempo para ver por última vez el mundo.
E: ¡Carajo! No puedes meterte y ya, se está haciendo de noche.
P: Sólo un momento, quiero ver por última vez las cosas de aquí arriba.
E: ¿Pero ver qué? Si ya ni ojos tienes, se me hace que te está dando miedo, pero por más que le hagas vas a tener que meterte tarde o temprano.
P: Mejor tarde que temprano.
E: Bueno pues, aprovecha mientras descanso.

El enterrador se apoya en la pala y limpia el sudor de su frente con el antebrazo, mientras Presbítero camina alrededor de la fosa volteando hacia todos lados, algunas moscas le siguen de cerca.
Tras las montañas empiezan a dibujarse algunos truenos y el viento antes tibio y calmado, comienza a soplar con mayor fuerza:

Enterrador: Ya métete, por tu culpa me voy a mojar. Todavía tengo que tapar el agujero.
Presbítero (parándose frente a él): Bueno ya, pero tengo frío.
E: ¡Oh que la chingada! Y qué quieres que haga yo.
P: Préstame tu manta.
E: Estás loco ya viene la lluvia ¿Con qué me voy a tapar? Yo no tengo la culpa de que ni siquiera te hayan envuelto en petate.
P: No seas cabrón, es lo último que te pido. Allá abajo se ve que hace mucho frío.
E: ¡Que no, y ya métete!
P: ¡Bueno cabrón, o me la prestas o a la media noche me salgo de este pinche hoyo, voy a tu casa y te arrastro hasta aquí para que sientas el mismo frío que yo!
E: Está bueno, tu ganas…pero vas a ver, ni cruz ni lápida te voy a poner para que nadie sepa donde estás.
P: No importa, nadie sabe que me pasó esto, no creo que se lo imaginen siquiera.
E (disgustado se quita la manta y la tira a un lado de Presbítero): Ten, y ahora si ya métete.

Presbítero se agacha, recoge la manta y se la enreda de la cabeza al torso. Apoyándose en sus manos, trata de meterse al hoyo. Se escucha un golpe seco; ya está en el fondo.

Enterrador: ¿Qué haces cabrón?
Presbítero: Nada, acomodándome.
E: ¡No, de veras que tu saliste delicado! Tienes que estar boca arriba y derecho cabrón, no hecho ronchita. Así es la ley
P: ¡Uhhh que la madre!, ni siquiera decidir puedo, ¿Pues qué me queda después de muerto?
E: ¡Bueno ya! Voy a empezar a echarte la tierra encima y no quiero que grites…después me voy todo espantado. No quiero que se me pare el corazón y acabar ahí tendido como tu. Adiós.

El ruido pausado de la llovizna nueva se funde con los resoplos cansados del enterrador y de su pala que presurosamente echa la inagotable tierra al agujero.

Los grillos cantan, el viento sopla, la noche comienza.

martes, 28 de octubre de 2008

Pesadilla en Amarillo (Fredric Brown)

Se despertó cuando sonó la alarma del reloj, pero se quedó en la cama después de haberla parado, repasando cuidadosamente los planes para el asesinato que cometería esa noche.Todos los detalles habían recibido una cuidadosa atención; esto sería el repaso final. Esa noche, a las ocho y cuarenta y seis minutos, sería un hombre libre, en todos los sentidos.
Escogió ese momento de su cuadragésimo cumpleaños, porque era la hora exacta del día, o mejor dicho de la noche, en que nació. Su madre era muy aficionada a la astrología y, por eso, el momento de su nacimiento fue tan cuidadosamente registrado. Personalmente, él no era supersticioso, pero consideró halagador para su sentido del humor que su nueva vida empezara a los cuarenta años de edad, con precisión astrológica.De todos modos, el tiempo corría.
Como abogado especializado en administrar propiedades, pasaba por sus manos mucho dinero y, a veces, también parte se quedaba en ellas. Un año antes había tomado prestados cinco mil dólares y los empleó en un negocio que parecía un medio seguro de duplicar o triplicar la inversión, pero no fue así y perdió el dinero. Tomó prestado más dinero, para jugar, y de un modo o de otro recuperar la primera pérdida. Ahora debía ya más de treinta mil; el fraude apenas podría ocultarse algunos meses y no tenía ninguna esperanza de poder reemplazar el dinero perdido, dentro de ese plazo.
Se dedicó cuidadosamente a reunir todo el dinero en efectivo que le fue posible sin despertar sospechas, haciendo ajustes parciales en las cuentas encomendadas a su cuidado, y para esa misma tarde la cantidad reunida sería de másde cien mil dólares, suficiente para pasar el resto de su vida.Nunca lo atraparían. Planeó todos los detalles de su viaje, su destino, su nueva identidad y todo estaba a punto.Tuvo que trabajar en ello durante varios meses.
La decisión de matar a su esposa fue un pensamiento secundario. El motivo era simple: la odiaba. Adoptó esa decisión cuando tomó la determinación de no ir nunca a la cárcel, de matarse si alguna vez era apresado. Por consiguiente, dado que moriría de todos modos si lo atrapaban, no tenía nada que perder dejando tras de sí una esposa muerta en vez de una viva.Difícilmente pudo contener la risa al pensar en lo apropiado que había sido el regalo de cumpleaños que recibió de ella con un día de anticipación: una maleta nueva. También le habló de celebrar el cumpleaños encontrándose los dos en la ciudad, a las siete de la noche, para cenar. Estaba muy lejos de saber cuál sería la continuación de la fiesta.
Planeaba llevarla a casa a las ocho cuarenta y seis y satisfacer su sentido del destino quedando viudo en ese preciso momento. Había además una ventaja práctica en asesinarla. Si la dejaba viva, ella se imaginaría lo sucedido y sería la primera en llamar a la policía cuando notase su ausencia por la mañana. Muerta, no encontrarían el cuerpo de inmediato, pues antes pasarían quizá dos o tres días, lo que le permitiría obtener más tiempo.Las cosas marcharon sobre ruedas en la oficina; para la hora en que fue a encontrarse con su esposa, todo estaba listo. Ella se entretuvo mientras cenaban y tomaban algunas copas, y él empezó a preguntarse si llegarían a casa a las ocho cuarenta y seis.
Era ridículo, lo sabía, pero resultaba un hecho de la mayor importancia que el momento de su libertad fuese entonces y no un minuto después. Miró su reloj.Fallaría por medio minuto si esperaba hasta estar dentro de la casa. La oscuridad del pórtico era perfecta para realizar el crimen. La golpeó violentamente con la culata del arma mientras ella esperaba a que abriera la puerta. La tomó en sus manos antes de quecayera al suelo y se las arregló para sostenerla con un brazo, mientras abría la puerta y entraba.Entonces accionó el interruptor y la luz amarilla inundó el salón. Antes de que pudieran ver que su esposa estaba muerta y que él la sostenía en pie, todos los invitados a la fiesta de cumpleaños gritaron:- ¡Sorpresa!

FIN

viernes, 24 de octubre de 2008

Hola

Quiero primeramente dar la justificación, la razón de ser de este blog.
Este blog nace bajo la idea de compartir con otras personas gustos, y opiniones sobre temas diversos, logrando un servidor, una especie de retroalimentacion sobre dichos temas.
Cultivar el propio intelecto a traves de esa interacción con otros, en este blog verán desde opiniones personales, cuentos, algunos comentarios sobre libros, poemas, tal vez algunas peliculas, etcétera; sin el ánimo de ser autoridad en los temas tratados pero esperando que algunos mas vean en este blog un espacio para expresarse.
Espero que este blog alcance su objetivo primario, espero que a quienes lo visiten les agrade.
Si alguien quiere mandar algun poema propio de su inspiración o que sea de sus favoritos, algun cuento o algo que deseen publicar pueden enviar material a doctor_cerebro@live.com.mx.
Gracias.